El reciente aumento en el precio del galón de ACPM, anunciado por el Gobierno nacional, generó una ola de preocupación en diversos sectores, especialmente en el transporte quienes se manifestaron en todo el país el pasado viernes. Sin embargo, este fin de semana, el precio del diésel se incrementó en $1.904 por galón, una medida que busca reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc). 

En ese sentido, la suba dejó a varias ciudades del país con valores que superan los $11.000. El ejemplo más claro es Cali que se posicionó como la ciudad con el diésel más caro de Colombia, alcanzando un precio de $11.765 por galón.

En tanto, Villavicencio y Pereira no se quedan atrás en la lista de las ciudades más afectadas por el aumento del ACPM ya que en las Estaciones de Servicio de estos dos puntos los precios se encuentran en $11.760 y $11.739 respectivamente. 

Por su parte, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, defendió la medida argumentando que era inevitable para evitar un déficit fiscal que podría superar los $10,2 billones para finales de 2024.

Según el funcionario, el subsidio al ACPM, que cubre más del 50% del precio del diésel, se había convertido en una carga insostenible para el Estado. Sin embargo, los gremios de transportadores han expresado su descontento, advirtiendo sobre las repercusiones económicas que esta medida podría desencadenar. 

Según representantes de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Colfecar), el incremento del precio del diésel subirá los costos operativos, afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas que no cuentan con márgenes de maniobra suficientes para absorber este tipo de alzas.

Por otro lado, el presidente Gustavo Petro, defendió el aumento a través de un comunicado en la red social X (ex Twitter), según el mandatario la medida es necesaria para financiar políticas públicas enfocadas en el bienestar social y el desarrollo sostenible. “El transporte de carga pasó a manos de grandes corporaciones que importan masivamente tractomulas e imponen el valor de los fletes. Han convertido al transportador en obrero a sueldo. No podemos mantener el diésel congelado porque la deuda que se genera afecta a los más pobres, quienes dejan de tener recursos presupuestales para calmar el hambre y educarse”, publicó. 

Por último, Petro señaló que el Ministerio de Transporte debe facilitar la transición de los transportadores hacia alternativas de energía más limpias y económicas. “Una atención muy especial al pequeño camionero independiente que debe ser protegido como se hizo con los taxistas y la elevación del precio de la gasolina”, escribió.

Así quedaron los precios del diésel en las principales ciudades de Colombia:

• Cali: $11.765
• Villavicencio: $11.760
• Pereira: $11.739
• Medellín: $11.680
• Bogotá D.C.: $11.660
• Ibagué: $11.651
• Montería: $11.571
• Bucaramanga: $11.422
• Barranquilla: $11.354
• Cartagena: $11.321
• Pasto: $10.652
• Cúcuta: $9.345